Bendición de la nueva Capilla
“Santa María de la Palabra”
Barrio El Rancho (Nueva Coca). Francisco de Orellana
El domingo 20 de noviembre de 2016, en la fiesta de Cristo Rey del Universo y en la celebración de la jornada “5 panes y 2 peces” por la Iglesia Ecuatoriana, Monseñor Jesús Esteban Sádaba, obispo del Vicariato del Aguarico, bendijo la nueva capilla del barrio El Rancho.
Además del Obispo y de los misioneros Carmen Revelo y Jesús García, participaron muchos moradores del barrio, así como invitados de otros barrios. Hay que resaltar la presencia de un buen grupo de católicos de la comunidad San Pedro y San Pablo, del barrio “28 de Marzo”, que es “la madre” que gestó, con el empuje y animación del Padre Pedro Lephaille, una comunidad “sucursal” en una zona periférica de la ciudad de Coca en expansión. También estuvo presente la alcaldesa de Coca, Ab. Anita Rivas.
Durante más de siete años, los católicos de esta zona rivereña del Payamino han mantenido el sueño de un espacio propio para sus encuentros eucarísticos, catequéticos, familiares y otros, que fortalecerán su identidad y el sentido de pertenencia. Hemos pasado por la pared de madera, el piso de tierra y el techo de zinc ruidoso y viejo, que hacía de casa comunal. Después hemos usado un espacio vacío de 30 metros cuadrados para celebrar los sacramentos y compartir la catequesis; un sitio con techo pero sin paredes, al lado del camino de carros y transeúntes, espectadores curiosos del pequeño grupo de fieles compartiendo su fe.
Para llegar a este día, hemos tenido que hacer muchas gestiones, comenzando por el entusiasmo de los padres Pedro y Miguel Ángel y continuando con la constancia del Consejo Pastoral y las innumerables gestiones para conseguir terreno, materiales, mingas, recursos económicos y solidaridad de los propios vecinos y de otras personas con buena voluntad. Quizá lo más costoso no sea hacer una capilla sino construir una comunidad; pero también es cierto que la vinculación comunitaria necesita un espacio, un objetivo, unos intereses, un liderazgo y mucha insistencia.
Damos gracias a Dios por el camino recorrido, las personas que han colaborado y la construcción de la Capilla, aunque también debemos seguir trabajando para continuar y acabar de construir la capilla, pues todavía faltan protecciones para las ventanas, presbiterio, sacristía, pared frontal, puerta, pintura… y seguro que alguna cosa más. Por eso se nombraron “priostes” que ayudarán a continuar el trabajo iniciado y a conseguir que este barrio tenga un espacio adecuado para la vida y crecimiento de la Comunidad.
Demos gracias a Dios por lo vivido y por su misericordia.
Jesús García
