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AUGUST 12, 2009 Una mujer y sus dos hijos fueron lanceados supuestamente por indígenas. Un bebé, de seis meses, se encuentra desaparecido y la Policía inició su búsqueda. Tatiana aún estaba consciente cuando ingresó al hospital militar de la Brigada de Selva 19 ‘Napo’, en Francisco de Orellana. Corrían las 16:00 del lunes último.

La voz de su padre Marco Duche se escuchaba entrecortada al otro lado de la línea telefónico. Su hija, apenas tenía 11 años y fue atacada por desconocidos, en la comunidad Los Reyes, cerca de la plataforma del pozo Hormiguero 2, en el Bloque 17.

La normativa vigente

La Comisión Legislativa incluyó en la última reforma al Código de Penal, varias normas sobre el derecho de los pueblos al aislamiento voluntario. En la misma reforma se estableció de tres a seis años de arresto a quien irrespete la autodeterminación de un grupo étnico, racial y religioso o su voluntad de permanecer en aislamiento voluntario.

El Ministerio de Gobierno conoció ayer el incidente, pero no recibió un informe escrito. Hoy se espera que anuncie las medidas que adoptará. El Estado no conoce con exactitud cuántos integrantes de los pueblos no contactados subsisten en la Amazonia. El sitio está a 80 km de Francisco de Orellana. A las 11: 00 del lunes, Tatiana caminaba con su madre y sus tres hermanos hacia la escuela. Iban a matricularse para el nuevo año lectivo.

De pronto, en medio del camino, aparecieron hombres y mujeres desnudos con grandes lanzas. La niña se asustó y trató de escapar, pero fue alcanzada por tres lanzas. Se precipitó al piso y desde ahí -cuenta el padre- observó cómo asesinaban a su madre clavándole, 10 lanzas, y al mayor de sus hermanos, que tenía 16 años. La niña dijo que su hermano de seis meses de nacido fue secuestrado y el otro, de siete años, alcanzó a correr en busca de ayuda.

Al enterarse de la tragedia, un médico de la petrolera Andes Petroleum, que opera en la zona, acudió al sitio y encontró a la niña aún con vida. La trasladó al hospital militar de Francisco de Orellana y allí fue intervenida. La operación duró dos horas, pero los médicos no pudieron salvarla.

Su padre dice que Tatiana murió porque hubo el derrame de una arteria cercana al hígado. “Cuando salió de la operación nos dijeron que aún salvándola, no hubiera podido caminar, porque una lanza atravesó su columna”. Duche habla y su dolor se denota. Asegura que durante el velatorio de su esposa e hijos, pidió a las autoridades policiales ubicar a su hijo raptado y a los responsables.

La Policía de Francisco de Orellana inició un operativo para encontrar al infante cerca de la zona, pero hasta ayer no hubo resultados positivos. Tampoco tenía indicios de los culpables.

Eduardo Pichilingue, coordinador del proyecto de protección del Parque Nacional Yasuní, cree que los culpables podrían ser personas de los pueblos no contactados. “Las lanzas al parecer son de los taromenane... Tienen en las puntas dientes afilados, que evitan que la lanza salga del cuerpo.  Además, el ataque se dio en una zona en donde se ha registrado la presencia de esta tribu.

En el velatorio de la niña, los pobladores de Los Reyes hablaron de otra posibilidad. Recordaron un conflicto con los huaorani, quienes también se asienta en la zona. Pichilingue sostiene que era por disputas territoriales.

Ayer, integrantes del Proyecto Pueblos Ancestrales, que trabajan con las comunidades, viajaron a Tobeta (huaorani), que es el sector más cerca a Los Reyes, para verificarlo. Se confirmó que hubo amenazas de muerte contra los colonos, pero no que hayan asesinado a la mujer y sus dos hijos. Por eso, la investigadora y especialista en pueblos no contactados, Milagros Aguirre, cree que los taromenane pudieron llegar a Los Reyes, en busca de alimentos. “Cuando vieron a la mujer se sintieron amenazados y atacaron. Como ellos son nómadas cambian de lugar para abastecerse. Desde hace tiempo hemos advertido que los tagaeri y taromenane están saliendo de la zona intangible y eso genera un ambiente de peligro para los colonos”.

La Fiscalía de Francisco de Orellana se encargó del levantamiento de los cadáveres, con la Policía Judicial. En las lanzas hallaron adornos hechos con hilo nailon, fundas y en una de las lanzas un chupete amarrado. “Ellos no conocen nuestra cultura ni de fronteras. Normalmente adornan sus armas con plumas, pero también con todo lo que les parece colorido”, explica Aguirre.

Ella recordó que en enero de 2008 hubo otra muerte, vinculada a los taromenane. En el sector de Armadillo, un maderero fue emboscado cuando talaba. Incrustaron cinco lanzas en su cuerpo. El lugar no pertenece a la zona intangible del Parque Nacional Yasuní, al igual que Los Reyes, donde se produjo la muerte de los dos menores y su madre.

 

‘Hay que sacar a la población’

Juan Andueza/ Vicario

La zona donde ocurrió el ataque pertenecía, hace 35 ó 40 años, a los pueblos no contactados. Si se comprueba que fueron ellos los que mataron a esa familia se pudiera pensar que tratan de recuperar ese espacio.

Parecería que esos pueblos están tan arrinconados con la presencia de empresas petroleras, que ahora salen a los poblados. Se debería declarar esa zona como de riesgo y sacar a los colonos.

Si las autoridades tratan de ingresar a la zona intangible podrían generar otras masacres y, si las comunidades de mestizos deciden vengar la muerte de la familia, también el ambiente de violencia puede aumentar.

Desde hace varios años se ha demandado un plan para que la subsistencia de los pueblos no contactados no afecte la convivencia de las otras poblaciones, pero no se ha cumplido. Ojalá con esta coyuntura las autoridades nacionales reaccionen.

Una madre y dos de sus hijos fueron asesinados con lanzas en la suroriental provincia ecuatoriana de Orellana, mientras un tercer hijo, de seis meses de edad, se encuentra desaparecido, informó hoy la policía.

Los occisos, Sandra Zabala y sus hijos de 12 años, Byron y Damarís, fueron hallados por campesinos en la comunidad de Los Reyes, un paraje amazónico, con varias lanzas clavadas en sus cuerpos.

La mujer tenía 10 lanzas de casi 3 metros de largo clavadas en su cuerpo; su hijo varón recibió 5 heridas letales, mientras que la niña fue hallada con dos heridas y aún viva, pero falleció horas más tarde en el hospital de El Coca, capital de Orellana.

El esposo de la mujer y padre de los hijos, que declaró a los medios de comunicación no entender lo sucedido, explicó que se trataba de un ataque con "lanzas", y pidió a la policía que investigara y buscara a los asesinos.

Las autoridades policiales investigan a dos comunidades indígenas, los waoranis y los tagaeris, como sospechosos de haber cometido el ataque, aunque un portavoz policial reconoció que todavía no encuentran indicios al respecto.

Según testimonios de habitantes de la zona, la familia habría sido atacada cuando la mujer iba a acompañar a sus hijos a matricularlos a la escuela.

La investigación sigue su curso, según la policía, y en las próximas horas podría darse más información acerca de los posibles autores del asesinato. Fin

 

Hallan una mujer y a sus dos hijos asesinados con lanzas en la Amazonía de Ecuador

Por Agencia EFE – hace 2 días

Quito, 11 ago (EFE).- Una mujer y sus dos hijos fueron asesinados con lanzas en la provincia amazónica ecuatoriana de Orellana, mientras un tercer hijo de seis meses de edad se encuentra desaparecido, informaron hoy las autoridades a medios locales.

Las víctimas, Sandra Zabala Castro, y sus dos hijos, Byron, y Damarís, de 12, fueron halladas por campesinos de la zona, en la comunidad de Los Reyes, con varias lanzas clavadas en sus cuerpos que podrían atribuir el crimen a indígenas de la zona.

La mujer tenía 10 lanzas de casi 3 metros de largo clavadas en su cuerpo; su hijo recibió 5 heridas letales, mientras la menor, con 2 heridas de lanza, vivía cuando fue encontrada, pero falleció horas más tarde en el hospital de El Coca, capital de Orellana.

El esposo de la mujer y padre de los hijos, que declaró a los medios de comunicación no entender lo sucedido, explicó que se trataba de un ataque con "piolas de nailon", y pidió a la policía que "investigue, que busque".

Las autoridades policiales investigan a dos comunidades indígenas, los waoranis y los tagaeris, como sospechosos de cometer el ataque, aunque un portavoz policial reconoció "no saber" a quién atribuir la autoría de los hechos.

Según testimonios recogidos por los medios, la familia habría sido atacada cuando la mujer iba a acompañar a sus hijos a matricularlos a la escuela. La investigación sigue su curso, según la policía, y en las próximas horas podría darse más información acerca de los posibles autores del asesinato.

 

'Fiscal debe investigar masacre en Orellana'

Publicado el 13/Agosto/2009 | 00:05

Comisión de tres ministerios se encuentra en el sitio donde supuestos taromenanes o waoranis mataron a una madre y sus dos hijos

Expertos repudian el triple crimen de una madre y sus dos hijos ocurrido el lunes último en Orellana, perpetrado por presuntos miembros de las comunidades Taromenane o Waorani, y exigen, al igual que el padre y esposo de los asesinados a punta de lanza, la acción del fiscal general. Ayer fueron sepultadas las tres víctimas.

El penalista Carlos Pozo Montesdeoca exigió al fiscal Washington Pesántez ordenar la investigación de este hecho, que ha despertado la indignación de la población en Orellana. "Los detalles, actores, cómplices y encubridores aparecen después de la respectiva indagación. Dependiendo de las circunstancias, el tribunal penal debe procesar y sentenciar a los culpables", dijo. Asimismo, recordó lo sucedido en 1987 en la misma zona, cuando miembros de una de las etnias no contactadas asesinaron a monseñor Alejandro Labaka y a la religiosa Inés Arango, hecho que también mereció el repudio.

Pozo resaltó que, en el caso del triple asesinato, el fiscal debería tomar cartas en el asunto con la misma diligencia que lo hizo en el bombardeo por parte de militares colombianos en Angostura (Sucumbíos), ocurrido el 1.º de marzo de 2008. Este criterio es compartido por el también penalista César Albán, quien manifestó que "la Fiscalía, al ser una entidad pública, tiene la obligación de investigar".

Mientras tanto, el sociólogo Teodoro Bustamante aseguró que la Fiscalía no hizo nada sobre el asesinato de las mujeres taromenanes hace un tiempo y que, según ese criterio, no podría juzgar a una comunidad que se defiende. Sin embargo, calificó a la última matanza como "algo sumamente triste".

Marco Duche, padre y esposo de las víctimas, denunció: "No hicieron nada (la Policía) para recuperar a mi hijo Kelvin (de 6 meses, secuestrado tras el asesinato de su familia). Pido al Estado que investigue".

Ayer, los ministerios de Justicia y de Ambiente y la Secretaría de Pueblos enviaron a Orellana representantes para hablar sobre el hecho y tratar de determinar las verdaderas causas y causantes. Al respecto, Marlon Santi, líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), dijo que esta comisión "no ayudará, porque no hay la vocería oficial que entregue los mecanismos de investigación".

Dramático testimonio y sepelio. "La niña decía: "Sáquenme la lanza" y pedía agua. Decía que estaba seca, que le ayuden, que le den agua, pero nadie tenía", narró Marlene Tanguila, moradora del sector Los Reyes, en la parroquia Dayuma,  quien halló a Damaris (11) herida por las lanzas. La niña murió luego en el hospital.

En Orellana, se hizo una colecta pública para costear el velorio y entierro de las tres víctimas, puesto que la familia era de escasos recursos económicos. Ayer, a las 15:00, en el Cementerio Municipal de Francisco de Orellana, se enterró a la madre y a sus dos hijos. (EROI-VYJ)

Bebé aparece con vida

Ayer hallaron vivo al menor de seis meses que fue secuestrado tras el asesinato de su madre y sus dos hermanos, a manos de presuntos miembros de las etnias Taromenane o Waorani. Según un comunicado del Ministerio de Ambiente, se localizó al niño a 1 km del lugar de los hechos, en la comunidad Unión 2000, sector Los Reyes, parroquia Dayuma (Orellana). El bebé fue trasladado al Hospital de El Coca, aunque se aseguró que está en buenas condiciones. Se conoció que Sandra Zavala (35), madre del bebé secuestrado y de los dos menores asesinados, era oriunda de Santo Domingo. (EROI)

Informe de la necropsia

Según Fausto Teneda, quien realizó la autopsia a Sandra Zabala (35) y su hijo Byron Duche (15), debido al traumatismo y a las siete heridas circulares en el tórax producidas por las lanzas, la madre de familia sufrió un colapso circulatorio y respiratorio que le produjo una hemorragia y un shock que le causaron la muerte instantánea.

El cuerpo de Byron presentaba cinco heridas en el tórax, antebrazo y abdomen. El menor sufrió un colapso cardiorespiratorio, lo que también ocasionó su muerte. (EROI)

Ataques no son nuevos

Hace 22 años fueron asesinados Alejandro Labaka Ugarte, en ese entonces monseñor de Aguarico (Orellana), y la religiosa Inés Arango, quienes fueron lanceados por un grupo de Tagaeris al llegar a territorio de esta etnia en el año 1987.

Después y según registros policiales, el 5 de marzo de 2008 fue asesinado por nativos Luis Castellano (38) quien fue lanceado por taromenanes cuando talaba árboles en la comunidad Armadillo. Además de esto, se han dado crímenes entre miembros de las etnias Waaoranis y Tagaeris. (VYJ)

Etnias aisladas voluntariamente

Las comunidades Waorani, Taromenane y Tagaeri son etnias indígenas amazónicas del Ecuador que se han denominado como aislados voluntarios, puesto que, por ejemplo, la tribu Taromenane rechaza todo tipo de contacto externo y defiende con todas las armas y bajo cualquier mecanismo sus territorios.

A criterio de Marlon Santi, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), los taromenanes son nómadas (se movilizan constantemente) y no tienen contacto con el mundo externo, por lo que exige que se los respete. (VYJ)

Hora GMT: 13/Agosto/2009 - 05:05

 

El bebé de la familia lanceada fue hallado a salvo en Orellana

AUGUST 13, 2009 El infante apareció en la selva, casi 48 horas después del presunto ataque taromenane. El Obispo–Vicario de Aguarico pidió se declare alerta máxima.

 

El pequeño, de apenas seis meses de nacido, fue hallado ayer en la jungla. Estaba en un agujero en forma de cuna, a un kilómetro del sitio donde fue secuestrado.

 80 kilómetros separan a la ciudad de Francisco de Orellana del sitio de la agresión.

El lunes, un grupo de personas desnudas sorprendió a su familia y la atacó cerca del pozo Hormiguero II de Petroriental, en Orellana. Su madre, Sandra Zabala, de 35 años; y dos de sus hermanos, Bairon Duche, de 16, y Tatiana Duche, de 11, fueron lanceados. El bebé fue plagiado.

“Un comunero del sector de Los Reyes lo encontró ayer”, dijo Milagros Aguirre, investigadora del Proyecto Pueblos Ancestrales-

Vicaría de Aguarico. El llanto del pequeño alertó al poblador. El infante no tenía heridas, pero temblaba y su cuerpo estaba frío.

Por la tarde, en el hospital público Francisco de Orellana, a donde fue llevado para que reciba primeros auxilios, se confirmó que tenía hipotermia. Se informó que el bebé se encuentra estable y que permanecerá internado por 24 horas, para observación.

Marco Duche, padre del recién nacido y de los asesinados, agradeció a quienes colaboraron en el rescate. Desde la madrugada del martes, los pobladores y la Policía se repartieron en grupos para buscar en la zona algún rastro.

Algunos indígenas huaorani, con quienes los habitantes de Los Reyes tienen disputas territoriales, se sumaron a la búsqueda. En un principio la comunidad señaló a los integrantes de ese pueblo como posibles responsables, pero luego se comprobó que no tuvieron que ver en el asesinato. Las sospechas apuntan a los taromenane, una tribu no contactada que se creía habitaba exclusivamente en la zona intangible, en el Parque Nacional Yasuní.

Juan Carlos Andueza, sacerdote del Vicariato de Aguarico, recordó que los taromenane no suelen tomar prisioneros a bebés hombres luego de sus ataques. “Solo mujeres. Esa es una costumbre de estos pueblos, presuntamente para ampliar su descendencia”.

Por eso cree posible que ellos confundieron al niño durante el ataque y luego, al percatarse de su sexo, lo abandonaron en la selva.

Según el Ministerio del Ambiente, el sitio de la agresión no es una zona con presencia de pueblos no contactados. “Es un sector finquero, que colinda con la comunidad huaorani de Tobeta y cercana a la vía al Auca”.

Pero Andueza asegura que los taromenane y tagaeris sí habitaban ese territorio hace 40 años. “Es como cuando construyen casas en un viejo cauce de río. Siempre hay la posibilidad de que el agua vuelva a cruzar por el lugar”.

Ayer, representantes de los ministerios del Ambiente, Gobierno, Defensa, Justicia y Patrimonio fueron a Francisco de Orellana. Se reunieron con las autoridades locales y representantes de las comunidades indígenas. Su preocupación es que los no contactados aún estén cerca de las áreas pobladas y ataquen a los colonos.

“Urgimos a todas las entidades que actúan en la zona para que su actuación ayude y no entorpezca la situación, evitando acciones que puedan suponer tensión ambiental y entre los habitantes de la zona”, solicitó ayer, en un comunicado, Jesús Esteban Sádaba, obispo–vicario de Aguarico, quien demandó se declare alerta máxima en la zona, “orientada a resolver los diferentes conflictos”.      

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