La Amazonía, devastada por las corporaciones transnacionales
Ary Waldir Ramos Días, 3 de marzo de 2015 – Aleteia
Entrevista de Aleteia con monseñor Pedro Ricardo Barreto Jiménez, arzobispo de Huancayo en Perú y presidente del departamento de justicia y solidaridad del CELAM,
“La Amazonía es un territorio devastado por las concesiones de los Estados a las corporaciones transnacionales. Los grandes proyectos extractivos, los monocultivos y el cambio climático ponen en grave riesgo sus tierras y el entorno natural”, denunció el presidente del departamento de justicia y solidaridad del CELAM, monseñor Pedro Ricardo Barreto Jiménez, en la presentación de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) este 2 de marzo en la sala de Prensa del Vaticano.
1. ¿Qué responsabilidad tienen las grandes multinacionales en el cuidado de la Amazonía?
En realidad, antes nadie se preocupaba de la Amazonía. Era como la parte de una casa que nadie usaba y ahora se ha convertido en un lugar apetitoso para las grandes empresas transnacionales por los hidrocarburos, la minería, la ganadería y los monocultivos.
El Papa Francisco ha dicho que lamentablemente el 20% de la Amazonía ya está perdida. Entonces, a este paso, ¿qué va a pasar con una región de seis millones de kilómetros cuadrados que está siendo desforestada por el apetito voraz de los recursos naturales?
En varias partes de América Latina y en el Perú en concreto hoy estamos en un problema muy grave por una empresa argentina que está explotando los hidrocarburos. En este caso, ha habido derrames y muchas consecuencias contra el ambiente.
2. ¿Cómo se está organizando la Iglesia latinoamericana para dar respuesta a este flagelo contra lo creado?
Justamente, como Iglesia de América Latina hemos creado esta Red Eclesial Panamazónica. Es decir, es ver en el conjunto el problema. Es cierto que Brasil tiene el 67% de la Amazonía. Hay más de 70 obispos en toda esa zona. Perú tiene el 13%, Colombia el 6%, Ecuador el 2%, Bolivia el 11%, Venezuela el 1%,.., pero nos hemos unido para hacer una red, y la red significa pescar.
En la red trabajamos juntos y por tanto este es el espíritu que nos anima para ofrecerle al Papa Francisco una estructura pastoral que responda a las graves necesidades del mundo de hoy con respecto a la Amazonía.
3. ¿Existe una estrategia de la Iglesia para invitar a las empresas transnacionales a promover un desarrollo sostenible en la Amazonía?
Bueno en realidad, nos llamó la atención el Papa Francisco al convocar a grandes empresarios mineros aquí en Roma con el cardenal Turkson (presidente del Consejo Pontificio Justicia y paz del Vaticano). Es decir, que ya hay una iniciativa muy especial, es la primera vez en la historia que el Papa convoca a un grupo reducido (alrededor de 25) para confrontar la posibilidad de hacer una minería auténticamente responsable con una mirada solidaria y global.
4. ¿Y a nivel de América Latina?
La Iglesia en América Latina ya está teniendo también contacto. Hay empresarios que se están dando cuenta de que al ritmo que van no van a encontrar la solución. A veces, ellos hacen inversiones millonarias para convencer a la población de fuera de que están actuando bien, mientras la población donde está la explotación de hidrocarburos o minería está dividida, enfrentada, con grandes daños ecológicos.
Creo que la Iglesia tiene la capacidad para poder ayudar a esos empresarios a deponer actitudes que no favorezcan directamente a la población ni a ellos mismos.
Considero que en este diálogo, en ese consenso, se buscará una solución para los graves problemas ecológicos y detener en cuanto sea posible esta depredación irracional de los recursos naturales en el país, en América Latina, en el mundo, pero especialmente en la Amazonía.
5. ¿Qué pasa con los pueblos originarios de la Amazonía ante el abuso de las empresas de extracción transnacionales?
En realidad, lamentablemente en gran parte de América Latina no se aplica el derecho que tienen los pueblos originarios a pedir su consentimiento sobre la Amazonía. No, los gobiernos por intereses económicos han concedido ya todo el territorio, antes de consultar.
6. ¿Tiene algún ejemplo concreto?
Yo he visto con mis propios ojos el caso de Perú. El mapa del país ya todo está concesionado. ¡Es impresionante! Yo le preguntaba al ministro que me mostró ese mapa: ¿Se ha consultado a la población? Me respondió: ‘eso ya está hecho, eso viene de los gobiernos anteriores’.
Entonces, hay concesiones que pueden legalmente intervenir y explorar, pero no tienen el mínimo apoyo de la sociedad. Existe un problema que tiene origen en nuestros propios Estados.
Hay un problema de la sociedad civil porque está dividida. ‘Yo quiero trabajar. Me pagan. Yo apoyo la mina’. A la objeción: ‘Oye, pero están contaminando’, ellos responden: ‘No importa, yo tengo trabajo’. En fin, las transnacionales se aprovechan de esta pobreza extrema en que están sumidas muchas poblaciones.
7. ¿Cómo esta Red apoyada por el Vaticano y por el Papa Francisco puede extender sus beneficios a nivel global?
Bueno, ya el Papa emérito Benedicto XVI y Juan Pablo II indicaron en documentos cuál es y debe ser la actitud de la Iglesia.
Como latinoamericano, la novedad del Papa Francisco es su expresividad, su capacidad de comunicación y su convocatoria, incluso fuera de la Iglesia católica, porque el cambio climático no es problema sólo de la Iglesia católica, es un problema de la humanidad, incluyendo también a los empresarios.
8. Los empresarios también deben hacer su parte…
El Papa Juan Pablo II dijo una frase muy clara: “Si no hay esperanza para los pobres no la habrá para nadie, ni siguiera para aquellos llamados ricos”.
Es decir, todos tenemos que trabajar por la justicia social; mientras haya pobreza, habrá violencia, enfrentamientos. Los empresarios tendrán que invertir grandes cantidades en defensa de sus intereses.
Modestamente, la Red Eclesial Panamazónica quiere intervenir con la seguridad de que vamos a tratar de dialogar para ponernos de acuerdo tanto empresarios como sociedad civil para una auténtica responsabilidad social.