SÓLO EL AMOR NOS RESUCITA
Queridas/os hermanas y hermanos,
Durante estos días he pensado mucho en ustedes y he rezado mucho por cada uno/a, nuestros ancianos/as, nuestros jóvenes en formación, familiares (muchos de ellos en el extranjero) y las personas a quienes servimos.
Les escribo desde Guayaquil donde me encuentro con mi pequeña comunidad. Han sido semanas de mucha fragilidad física y emocional. También por las tristes noticias llegadas de mi propia congregación. Me duele el alma de impotencia ante el sufrimiento de los enfermos y sus seres queridos, la situación de tanta gente que viven de su trabajo diario y ahora literalmente pasan hambre. ¡Cuántas situaciones podríamos contarnos! Y ahora se nos añade la contaminación del río Coca, el deterioro de la refinería de Esmeraldas, y lo que todo esto supone para la subsistencia de los pueblos pobres.
Y esta noche dentro de nuestra capillita estrecha donde hemos celebrado la Pascua se nos ha metido el universo entero. Y desde infinidad de rincones en el mundo se nos abrieron las tumbas con el grito de que el Amor está Vivo. Y abrazados todavía al Crucificado se nos coló por las venas la Esperanza. Esta noche nos volvimos a poner de pie con la serenidad del Resucitado. Nos dimos cuenta que Él está llorando nuestras lágrimas, y asistiendo a los contagiados y arrancándonos de nuestros miedos con el antídoto de la caridad. Él es la Vida. Él está en nuestra barca... nada ni nadie podrá sacarnos de sus manos ni mucho menos de su corazón. Somos sus hijos/as amados hasta el extremo de su sangre.
La fecha histórica del 27 de marzo con el Papa Francisco orando, en la simbólica plaza de la Basílica de San Pedro durante una tarde fría y lluviosa, ante el Cristo tremendamente bello de san Marcelo y la conmovedora imagen de la Virgen Salus Populi Romani, cuando nos regaló la bendición Urbi et Orbi y la Indulgencia especial, en medio de un silencio que penetraba las entrañas, yo sentí que todo cambió.
Yo ya no era el mismo porque me sentí llamado radicalmente a una vida de gracia, a bajar de los pedestales del ego y configurarme sólo a Él como el único sentido de mi existencia, a asumir finalmente una vida de sencillez evangélica, y a reconocer como mi única vocación ser sembrador de amor entre los pobres y descartados.
Y el mundo cambió porque sus mitos de omnipotencia se aniquilaron. La ambición del dinero, la inmoralidad, la injusticia y la violencia que genera, la mentira institucionalizada como corrupción, la trágica rotura con la madre tierra, el sin sentido de una existencia sin Dios... recomenzaban de nuevo como una nueva creación bajo el horizonte de la fraternidad.
Disculpen si soy muy “personal” en este mensaje (a las personas de mi edad ya no nos debe dar miedo hacer el ridículo), pero es primera vez que enciendo la computadora desde que nos saludamos durante nuestra “inolvidable” Semana Teológica. De hecho, no sabía si iba ser capaz de escribir algo.
Les doy también la buena noticia que se ha podido retomar las clases del postulantado y noviciado a través del internet. Agradezco el empeño de la Hna. Magaly, encargada de AFICER y los/as Facilitadores. Los servicios de la oficina de la CER permanecerán cerrados para protegernos responsablemente. Pediré a los miembros de la Junta Directiva que se encuentren en Quito, junto con la Hna. Lupita y Hna. Leonila, que tomen más directamente la coordinación. La Comisión de JPIC ha estado muy activa. El ERT son nuestras antenas de orientación. A la Hna. Lourdes Contreras que estudie si es posible alguna forma de interacción virtual con la EDA. La Sra. Karen y su familia han estado cuidando las instalaciones.
La Vida Consagrada se encuentra al núcleo vital de esta nueva creación.
Gracias sinceras a todos. Y una SANTA PASCUA.
P. Rafael González Ponce mccj
PRESIDENTE CER NACIONAL
Guayaquil, 12 de abril 2020