NIÑEZ MIGRANTE
ABANDONO HISTORICO
En los dos últimos meses el tema de la niñez migrante está siendo el centro de las noticias, pero para los que prestan su servicio a los migrantes y familiares de migrantes, saben que la “crisis humanitaria” vivida por los menores de edad no acompañados y acompañados no es algo nuevo, mismo que en ningún momento de la historia de las emigraciones en Honduras se ha tenido un número tan alto de niños emigrantes y repatriados.
La primera vez que se reconoció oficial e internacionalmente esta realidad de menores de edad que viajan solos hacia el norte fue en 2005, cuando a partir de las reflexiones de la Conferencia Regional para las Migraciones – CRM, se propone la firma de un Memorándum de Entendimiento entre los Gobiernos de los Estados Unidos Mexicanos, de la República de El Salvador, de la República de Guatemala, de la República de Honduras y de la República de Nicaragua, para la Repatriación Digna, Ordenada, Ágil y Segura de Nacionales Centroamericanos Migrantes Vía Terrestre (Memorándum de Repatriación Regional). En este Memorándum, firmado por Honduras en 2007, esta descrito como debe ser la repatriación de los menores de edad no acompañados.
En 2006 la Organización Internacional para las Migraciones – OIM, con fundos de UNICEF elaboró y brindó un PROTOCOLO PARA REPATRIACIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES VICTIMAS O VULNERABLES A LA TRATA DE PERSONAS a ser aplicado por todos países centroamericanos y México.
Según informes de UNICEF[1], de junio de 2007 a junio de 2008 México había repatriado a Honduras 3,532 menores de edad y la mayoría había viajado no acompañada.
Una vez que los números de menores de edad emigrantes y repatriados seguían en aumento, la Pastoral de Movilidad Humana, a partir de un mensaje del Papa, en 2010 celebró la Semana del Migrante con el tema Niños, Niñas y Adolescentes Migrantes.
De 2009, cuando fue organizada, hasta la fecha la Comisión Nacional de Apoyo a Migrantes Retornados con Discapacidad – CONAMIREDIS, ya recibió menores de edad que regresaron mutilados de uno o más de sus miembros a causa de un accidente en el tren.
En 2012 responsables de las Casas de Migrantes de México declararon en diferentes comunicados que la mayoría de los menores de edad no acompañados qua pasan por estas casas son hondureños.
También en 2012 se apruebo la Ley Contra la Trata de Personas en Honduras, decreto 59-2012, en la cual se reconoce y penaliza el reclutamiento forzado de menores de edad por parte del crimen organizado.
En 2013 fueron repatriados 4191 menores de edad, siendo la mayoría proveniente de México.
En 2014 de enero hasta el 17 de junio fueron repatriados 4577 menores de edad, o sea, más que el total de todo el año anterior, el que significa un aumento de más de 100% una vez que todavía no se ha concluido ni el sexto mes del año.
La gran mayoría de los menores de edad, acompaños y no acompañados, llegan de México en buses que entran en Honduras por la frontera de Corinto. La “crisis humanitaria” en relación a estés niños, niñas y adolescentes que son repatriados vía terrestre todavía no ha recibido la atención que se merece, pues en México muchas veces en un mismo centro migratorio ponen menores de edad y adultos, sin ninguna atención diferenciada. El número de repatriación de menores de edad provenientes de México es tan auto que en un solo día pueden llegar hasta 6 buses.
En 2008 UNICEF[2] identificó 3 causas por las cuales los menores de edad viajaban no acompañados:
- Deseo de reunirse con sus familiares.
- Deseo de mejorar su nivel de vida a través del desempeño de un trabajo.
- Deseo de escapar de la violencia familiar o de la esclavitud sexual comercial infantil.
En 2014 todavía estas causas son válidas y a ellas se suma la miseria en que viven miles de niños, niñas y adolescentes y la violencia generalizada causada principalmente por el crimen organizado, maras y pandillas que ya ha quitado la vida de cientos de menores de edad y sigue robándoles la libertad, la alegría y la vida.
Desde las primeras repatriaciones de menores de edad recibidas en Honduras hasta la fecha son cuasi 10 años. Mucho tiempo pasado en que poco o nada se ha hecho para erradicar las causas violentas que obligan a nuestra niñez huir del país de forma irregular pudiendo ser víctima de la trata de personas o de cualquier otra red criminal.
Ante esta realidad exhortamos:
- A los padres, madres y personas a cargo de menores de edad: NO entreguen sus niños, niñas y adolescentes a un coyote, pues además de que la práctica del coyotaje es criminal, este menor de edad puede ser secuestrado, sufrir un accidente en el tren perdiendo uno o más de sus miembros, el coyote lo puede vender a una red de trata de personas o al crimen organizado, o simplemente abandonarlo en cualquier parte de la ruta migratoria. Pagar un coyote por un viaje es contribuir con el crimen organizado.
- A las iglesias, ONGs y personas de buena voluntad: apoyen, acompañen y orienten a los familiares y menores de edad para que como familia se lleven bien, con amor y fraternidad, y así se disminuya la “fuga” de niños por violencia de hogar.
- A las autoridades militares, policiales y jurídicas: que actúen efectivamente en los narco municipios, colonias y barrios contralados por las maras y padillas, investiguen y penalicen a los criminales, de forma que se recupere la seguridad ciudadana, se terminen las extorsiones y la población pueda desarrollar su vida normalmente.
- A la población en general: que no paguen a un coyote por un viaje, y aún, colabore con la justicia denunciando los coyotes que actúan en su colonia o municipio.
- A la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia – DINAF: en coordinación con otras instituciones del gobierno, ONGs, iglesias y personas de buena voluntad, garantice la ASISTENCIA INTEGRAL a todos los menores de edad repatriados y, de igual forma, el acompañamiento de estés, pues muchos no podrán regresar a su hogar o lugar de origen justamente porque de ahí salió huyendo de una situación de violencia.
- A las autoridades políticas en todos los niveles: que elaboren, aprueben y ejecuten leyes, políticas públicas, programas y proyectos que favorezcan la igualdad de oportunidad a la población de todos los rincones de Honduras de forma que la violación de los derechos fundamentales de alimentación, vivienda, educación, salud, trabajo y familia no sigan siendo causa de la emigración forzada de miles de connacionales adultos y menores de edad.
- A la Secretaria de Relaciones Exteriores/ Dirección de Asuntos Consulares: que planifiquen, monitoreen y evalúen el servicio consular prestado en México y Estados Unidos, de forma a garantizar que todos los ciudadanos hondureños en estés países sientan que pueden contar sus autoridades consulares sin ser ignorados, estafados u olvidados, principalmente los que están en las cárceles, hospitalizados y en centros migratorios.
- A los gobernantes de México y Estados Unidos: que se respete los derechos humanos de los migrantes, principalmente de menores de edad y mujeres, y se les garantice seguridad humanitaria en el paso o permanencia por estés países; que, en coordinación con ACNUR y las instituciones socias, se agilice el análisis de las solicitudes de refugio y se les brinde la protección internacional a los que la necesiten; que se respeten los Convenios, Protocolos y Memorándums regionales e internacionales relacionados con el tema migratorio, trata de personas, mujeres y menores de edad.
- A Estados Unidos: que favorezca la reunificación familiar y apruebe una ley migratoria centrada no en la seguridad nacional y si en la dignidad humana de los inmigrantes.
- A los medios de comunicación social: que desarrollen su importante la labor de formación e información según la verdad, honestidad y transparencia, oponiéndose a servir intereses políticos y económicos de pequeños grupos de nuestra sociedad.
Comisión Nacional de Pastoral de Movilidad Humana
Conferencia Episcopal de Honduras
Amarateca, FM, 29 de junio de 2014