Carta de la CEE a Benedicto XVI
Quito, Febrero 12 de 2013
No.1037/2013
Su Santidad
Benedicto XVI
00120 Ciudad del Vaticano
Beatísimo Padre,
Con profundo respeto y cariño nos hacemos presentes ante Vuestra Santidad todos los Obispos y fieles de la Iglesia que peregrina en el Ecuador, para manifestarle nuestro profundo agradecimiento por la actitud siempre evangélica ante las diversas situaciones que le ha tocado vivir y afrontar.
En ocasión de la renuncia “al ministerio de Obispo de Roma, sucesor de San Pedro”, presentada por Vuestra Santidad en el Consistorio del día de ayer, 11 de febrero, hemos recordado, con alegría y gratitud, su cercanía para con la Iglesia en el Ecuador desde que se estableció la Cooperación fraterna con la Arquidiócesis de Münich y Freising durante su Arzobispado, y en las múltiples ocasiones que, como Cardenal, se manifestó cercano a nuestra patria.
Agradecemos a Dios el largo servicio a la Iglesia Universal desempeñado por Vuestra Santidad, tanto desde la Congregación para la Doctrina de la Fe, como su fecundo Magisterio en estos casi ocho años de Pontificado, en los cuales, desde el primer momento, procuró inculcar la vivencia del amor de Dios y el deseo de impregnar la fe con el encuentro personal con Cristo. Recordamos siempre su presencia y orientación doctrinal en la Conferencia de Aparecida, que dio un impulso especial a nuestra “Misión continental”, convertida hoy en “misión permanente” en nuestro continente americano.
Gracias, Santo Padre, por habernos ayudado a valorar aún más la Palabra de Dios e impulsar en todos los creyentes la vivencia de la fe; por habernos recordado que “la puerta de la fe” permanece siempre abierta, y habernos animado a entrar por ella, para llevar a todos los pueblos la alegría del encuentro con Cristo, de manera especial en este “Año de la fe” que estamos viviendo. Gracias por haber-nos ayudado a redescubrir en la Sagrada Liturgia la presencia viva y la acción permanente de Jesucristo resucitado, que es el mismo a lo largo de los siglos.
Impulsados por Su Santidad para una “nueva evangelización”, toda la Iglesia en el Ecuador, presidida por sus pastores, va a vivir estos días previos al 28 de febrero pendientes de las enseñanzas y gestos de su Pastor, transmitiéndole filialmente nuestra profunda devoción y cariño, acompañándolo con nuestra oración, y agradeciéndole por el ejemplo de humildad, valentía y generosidad que deja a quienes vivimos en responsabilidad y servicio.
Llenos de esperanza en el Espíritu de Jesús, ofrecemos también nuestra ferviente oración para el próximo Cónclave, que ha de elegir a quien el Señor tiene ya designado para presidir su Iglesia santa como sucesor del bienaventurado Pedro. Acogeremos con alegría y fe profunda al nuevo Obispo de Roma y Pastor universal.
Siempre unidos a la Sede de Pedro, imploramos de Vuestra Santidad su bendición apostólica para la Iglesia en el Ecuador, como prenda de abundantes gracias divinas.
Afectísimos en Cristo,
+ Raúl Cardenal Vela Chiriboga
Arzobispo Emérito de Quito
Presidente de honor de la CEE
+ Antonio Arregui Yarza
Arzobispo de Guayaquil
Presidente de la CEE
+ Luis Cabrera Herrera
Arzobispo de Cuenca
Vicepresidente de la CEE