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El abrazo de la serpiente:
La mano negra de Chevron
En Julio del 2016 leemos un comunicado de UDAPT (Unión De Afectados por la Petrolera Texaco) en estos términos: “hemos solicitado a la Corte Provincial de Sucumbíos que cancele el “embargo” sobre el laudo arbitral de 96 millones de dólares que el Gobierno de Ecuador adeuda a la Chevron”(Comunicado d e Prensa). Con anterioridad una corte ecuatoriana había decretado el embargo sobre ese monto, activos de la Chevron en Ecuador, para que se comenzara a cobrar lo que la compañía adeuda a los afectados por la condena del juicio de 9.500.000.000 ganado por la UDAPT. Pero ¡0h sorpresa! El embargo fue levantado justo antes que el gobierno pague a la Chevron con el dinero de los afectados. Pablo Fajardo, el abogado de los demandantes dice: “existía el altísimo riesgo de que, con toda la presión que harían, el Estado termine cediendo al chantaje de Chevron con algún tipo de arreglo de todo el “caso”, es decir, el caso como tal estaba en peligro. ¡Perdemos una guerra, pero apuntamos a ganar la batalla”! (sic) (según Fortune). Siempre se había oído citar este refrán al revés, pero su aplicación al caso le viene de perillas. Nos referimos en todo caso al juicio ganado a la Chevron-Texaco de parte de los demandantes amazónicos y que terminó con la condena de la compañía. Es penoso escuchar expresiones así a hombres de pelo en pecho, que durante mas de 20 años soportaron burlas y amenazas violentas de parte de la petrolera, de personal del gobierno y políticos de turno locales, la presencia de “rambos” armados; divisiones internas, sobornos y chantajes, enfermedades y muerte por contaminación…, que se rindan ahora casi sin ofrecer resistencia, es algo que nadie podía imaginar y para más inri terminar con una bajada de pantalones tan espectacular.
“Rafael Correa confirmó que el Gobierno pidió a la UDAPT que desistan del Embargo. La UDAPT asintió con una acción muy patriótica y le estamos eternamente agradecidos, si no estaríamos en gravísimos problemas”. “Así que mi reconocimiento público a los compañeros amazónicos”, apostilló el presidente” (Fortune). Como si dijéramos que, con un Igracias amazónicos! me rindo a la petrolera Chevron a la que pagamos a regañadientes los 120.000.000 que me negaba a pagar lleno de orgullo patrio. A la vez conseguimos endeudarnos con algunas millonarias “yervitas” más en bonos y financiamientos. Gracias a ello, quedamos limpios de una serie de bravuconadas lanzadas por mi gobierno y pagamos humildemente a la compañía y a los acreedores económicos mundiales, que aguantaron sonriendo cínicamente tan temperamentales insultos y cuartos de hora que me agarraban de pronto. Al final no pasaron de ser más que patadas de ahogado. Por vuestra parte, amigos demandantes contaminados pierden también el juicio de 9.800.000.000 y colorín colorado este cuento se ha acabado y a otra cosa mariposa. En un pasaje del Evangelio referente a la traición de Judas, Jesús le dice: “Amigo. Con un beso entregas al Hijo del Hombre!
¿De dónde brotó esta subida del patriotismo en la UDAPT? A términos tales que “pese a tener claros sus derechos, renunciaron temporalmente a ellos por beneficio de la patria”. (Correa) Tanto en unos como en otros, algo no esta correcto, huele mal. Hay demasiada coincidencia posicional a pesar de tratarse de asuntos tan completamente distintos como lo son, los de una disputa comercial perdida por el Gobierno y la multimillonaria disputa ambiental ganada por la UDAPT que siempre y celosamente se habían mantenido no mezclarlas. Alguien tendrá que apretarse los dientes para explicar y poder convencernos, al menos de parte de los demandantes. Además se dice que: “Se admite la posibilidad de que algunos colaboradores hayan sido sobornados por Chevron” (comunicado de prensa de UDAPT). Estas expresiones son gravísimas, sobrecogen y ensombrecen todo el proceso, arrojando lodo sobre los 30.000 compañeros que participamos en el juicio, especialmente sobre los dirigentes. Si “Chevron ha sido incapaz de ganar de forma legítima este proceso judicial…. Habrá otros pagados por Chevron para que causen divisiones internas” (Comunicado UDAPT) ¿Cómo ahora precisamente que se ganó el juicio consigue dividir y tan abrumadoramente destruir la victoria? Borrar de un brochazo lo conseguido con tanto sufrimiento y dignidad durante 20 años de lucha no tiene sentido y es un falso patriotismo.
“Chevrón aprovechó esta deuda comercial con el Estado como mecanismo de presión con el propósito de asfixiar a la UDAPT hasta obligar a negociar una salida”. Sin sentido, si atendemos a la fanfarronería que se oyó previamente y se vio durante el show mediático de la “mano sucia de Chevron”. No deja de ser una tomadura de pelo. Pues no solo se pagaban los 112.000.000 que debía el gobierno a la compañía, sino que arrastró la nulidad de la sentencia en su contra por el caso del juicio ganado a Chevron-Taxaco” (9.800.000.000). Suenan a cinismo barato frases como: “No queremos que Chevron pueda utilizar esta deuda como mecanismo para obligar al Ecuador a someterse a sus intereses”. (Comunicado ) y también otra perla: “aunque parezca que hemos perdido la oportunidad de cobrar 96 millones que teníamos embargados a Chevron en realidad hemos vencido al despojar a Chevron de un instrumento de chantaje y presión” (Comunicado UDAPT). Dice la cultura naporuna que la boa, la serpiente más grande de la amazonia, antes de tragarse sus presas las paraliza con la mirada.
En todo caso ¿Por qué no se negoció antes? La negociación la buscó a su manera la Chevron-Texaco. La soñaron muchos afectados “como una solución negociada para transar de una vez por todas y evitarse tantas amenazas y problemas”. Negociaron vergonzosamente el Estado ecuatoriano, los gobiernos locales y algunas organizaciones indígenas por $ 5.000-000. El tema de la negociación fue un foco de problemas permanente y de divisiones enconadas que, entre otras desgracias, motivaron la petición de medidas cautelares para los dirigentes y abogados. Ante la falta de claridad y la proliferación de ambiciones económicas y políticas se acordó que si se negociaba, ésta debería darse después de que se obtuviera una sentencia condenatoria contra la compañía: ese era el objetivo de la lucha y del juicio. La vigilancia fue permanente en cada comunidad y cada campo petrolero. Además de vigilar las actuaciones dolosas de los embajadores en Washingston,de los jueces, abogados e inspecciones judiciales de los pozos contaminados por Texaco, desde el 2003 al 2009. Se contaba con las respectivas organizaciones y reglamentos para la solución de conflictos que trajeron tantas intrigas, divisiones internas, dolores de cabeza y suspensiones de personal. Esta fue una de las acciones más cabales que impidió que la lucha quebrase.
El caso Texaco mantuvo unidos y movilizados a gran parte del campesinado y comunidades indígenas de las provincias amazónicas de Orellana y Sucumbíos por 20 años. Es un dato positivo incalculable de valor y constancia; pero el “abrazo de la serpiente” ha roto tanta cohesión mantenida hasta haber ganado el juicio. La fuerte coordinación se vio debilitada por las marrullerías y acercamiento peligroso de los dirigentes de la UDAPT con algunos personeros del gobierno, al que le hacían ojitos los 9.800.000.000 en manos de campesinos e indígenas.
Pero el caso de la Chevron-Taxaco tiene una sombra más alargada y mala. Todo lo que toca lo convierte en fealdad, más pobreza y dolor. Esta disputa jurídica del Ecuador con la petrolera Chevron le ha costado, no solo los 112.000.000 que estuvo obligado a pagar hace unas semanas y la pérdida del juicio ganado por 9.500.000.000, ahora están además, las “yervitas” de un libro de 273 páginas, del Procurador Carrión sobre el Show “la mano sucia de Chevron” que ha costado, entre eventos, actos de presentación, distribución y producción, según los registros de la misma procuraduría del Estado, la friolera de 623.120 dólares. ¡El libro más caro del mundo! ¿Con qué resultados? El Ecuador terminó perdiendo el caso y lo más probable es que el susodicho libro del Procurador Carrión “La mano sucia de Chevron” no haya influido lo más mínimo en la decisión ni en la opinión pública internacional sobre el tema. Otra “yerbita” más: mayor que lo despilfarrado por el libro es lo gastado por la firma de relaciones públicas McSquared de Brooklyn, que recibió del gobierno ecuatoriano 6.4 millones para la campaña “La mano sucia de Chevron”, en la que traía a artistas, cantores y famosos hasta el Ecuador para aparecer en TV. con sus manos embadurnadas de petróleo, en los campos supuestamente contaminados por Texaco (4pelagatos). Sin duda que el “abrazo de la serpiente” le ha costado mucho a los amazónicos y al país.
Sumemos todo: son 9.919.023.120 millones de dólares, como mínimo los dineros robados a los damnificados amazónicos: son los emprendimientos y cooperativas que cerraron o que nunca se abrieron, Son las escuelas que no funcionan por falta de profesores y alumnos que no pueden ir, los hospitales y centros de salud de la zona que no tienen médicos, los ancianos sin pensión ni medicamentos, son lágrimas, maltratos y humillaciones. ¡El juicio del siglo se ha convertido en el robo del siglo! a los afectados contaminados de la Chevron y su mano sucia. Es trágico comprobar que después de una lucha de 30 años por la limpieza de la contaminación de petróleo en las provincias de Orellana y Sucumbíos muy poco ha cambiado: los vertidos de petróleo no han cesado y Chevron-Texaco no ha limpiado todavía esta enorme degradación medioambiental y humana
Reflexionando desde mis viejos tiempos vividos en la amazonia les digo que, a pesar de las victorias y de haber castigado a la “serpiente” con un juicio ganado como Dios manda, estamos en las mismas. Ellos son dueños del secreto de la “yakruna”, la planta oculta que nosotros cuidamos celosamente, les ayudamos a descubrir y a explotar. El sistema nos abruma y no ha retrocedido, se ha hecho más fuerte a través de los shows mediáticos de los gobiernos y empresas. No nos queda más camino que avanzar sobre ellos. Es suficiente saber que hay gente que ha comprometido tiempo, dinero y energía para luchar contra uno de los males entre otros que predominan en el mundo. Si ellos no tienen éxito hoy, lo tendrán mañana. Debemos esforzarnos para hacer del mundo un lugar mejor para toda la humanidad. En torno al caso Chevron-Texaco aúllan todavía lobos carroñeros feroces y astutos, vestidos de piel de oveja. Las raíces del caso Chevron, el proceso de lucha, la misma victoria contra el sistema y lo que ¡te rondaré morena!... son económicas y nos abrazan con sus anillos constrictores de impunidad política, ambiciones, individualismos y corrupción del poder.
Achakaspi
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18 de agosto del 2016