Para los amigos que queremos saber de Cecilio

Elina Guarderas R aci

6 abril de 1015

Sí es verdad que Cecilio está muy mal, el lunes Santo se cayó en su casa, pero nadie sabe cómo, porque estaba solo, los hermanos estaban en el colegio y cuando llegaron, porque la empleada les llamó enseguida, ya le estaba ayudando a levantase, pero un fuerte dolor en el pecho.

Enseguida le atendieron, con radiografías, resonancias. etc.. y vieron que tenía fracturas de una vertebra, varias costillas y el esternón, pero lo más grave fue que el esternón le rompió una vena cercana al corazón y esto aumentó su mal funcionamiento, ya sabes que tenía arritmias serias. Bueno, le operaron de corazón abierto después de que así lo decidió con plena consciencia.

Yo me enteré el jueves y fui, con el Presidente de la CER enseguida a verle, esta en una clínica en cuidados intensivos. Nos reconoció a los dos y su preocupación sigue siendo la Vida Religiosa, tenía una ponencia en el próximo Congreso de Bogotá, le ofrecí comentarle enseguida a Gabriel Naranjo, así lo hice.

Esta mañana me han llamado para decirme que tuvieron volverle a operar, volvió a salir adelante. El amor a la vida es muy grande pero también me dijo "si viene Jesús por mí, estoy listo y me voy contento", nos pidió la bendición y nos despedimos.

Estamos pidiendo mucho por él y lo que Dios quiera, Compartió la pasión de Jesús en la Semana Santa.

15 de abril de 2015

Hoy regresé de Cuenca y he ido a visitarle, tiene una pequeñísima mejoría, ya que en días anteriores lo tenían casi totalmente sedado, para evitarle sentir los dolores intensos de una segunda operación, Está recuperando la conciencia. Su aspecto es muy malo, pero las ganas de vivir son inmensas, se entera de lo que se le dice, pero tiene mucha dificultad para hablar, emite sonidos que no se entiende mucho.

Esta tarde por un hermano suyo que estaba con él, me enteré que mañana es su cumpleaños, cumple 86 años y le dijimos que tenía que ponerse bueno para celebrarle.

Me dijo realmente era un hombre tan internacional que el mundo le quedó chico. Sigamos pidiendo que se haga lo que Dios quiera, pero confiemos que los dolores no sean tan fuertes.